Uno de los mayores miedos a la hora de recuperarse de un trastorno alimentario de tipo anorexia, es el descontrol por ingerir demasiada comida y perder el control.
De hecho, el miedo al descontrol está muy presente antes y durante la recuperación. Esto es normal, la persona se restringe tanto de aquello que le apetece y ahoga tanto sus deseos, que solo pensar en llevar una alimentación intuitiva, con flexibilidad, sin normas, aumenta sus niveles de ansiedad.
Existe en recuperación de TCA, un fenómeno muy común y nada raro (repito: nada raro): vivir una luna de miel con la comida. ¿Qué es esto? Ingerir cantidades más elevadas de comida y de alimentos que antes se consideraban "prohibidos". No tienen por qué ser atracones. Pero en el caso de que lo fueran, no quiere decir que estemos yendo por camino contrario a la anorexia. Simplemente, tu cerebro ahora sabe que les estás "permitiendo" ese alimento que tanto deseaba y necesitaba para complacerse. Necesita "reponer".
TRANQUILA/O, una vez tu cerebro asimile y "vea" que ese alimento lo va a tener ahí siempre disponible, sin restricciones y sin prohibiciones, lo normalizará. No lo verá ni como un premio ni como un manjar exótico. Simplemente, date tiempo. Has estado muchísimo tiempo sin permitirte nada. Tu cerebro, tu cuerpo, reciben este alimento como una luna de miel: es hasta romántico para ellos.
Esto se debe a mecanismos de recompensa del cerebro. Como sabemos al cerebro le gusta lo prohibido. Y mientras no se lo das, él solo fantasea con ello. Porque tu afán por prohibirte comer ese alimento o comida, es mayor que el suyo por comérselo. Por eso, muchas veces se sueña con comida en TCA. Sobretodo con alimentos que nos tenemos censurados. Pues bien, ¿qué pintan aquí los mecanismos de recompensa? Se ponen en marcha en el mismo momento en que tu boca entra en contacto con un alimento restringido. Lo toma como una recompensa exagerada y el siguiente paso es pedirte más. Más, más. Le encanta lo que le estás dando porque le provoca efectos de placer. Además, tu cerebro no sabe si de aquí a un tiempo vas a volver a retirar esa comida por lo que "aprovecha" la disponibilidad de la misma para saciarse.
En cuanto le abres la veda para poder comerlo, quiere arrasar, quiere volver a sentir en el paladar ese sabor y disfrutar de los efectos dopaminérgicos en el cerebro. Casi anestesiantes.
¿Cuánto dura? Depende de cada persona. Pero quiero que seas consciente que no dura para siempre. Mientras no prohíbas nada a tu cerebro, éste no tendrá la necesidad de generar una obsesión con ningún alimento, porque lo tendrá siempre disponible. No verá la comida como una recompensa, si no como un placer de tu día a día, disponible con el que tiene una relación de placer sana. Incluso puede ser que después de esa luna de miel, ya no quieras comer más de eso durante una temporada porque ya saciaste.
¿Cómo lo remedio? ¿Por qué remediarlo? Esa debería ser la pregunta. En el pasado no remediaste atender a tus señales de hambre. El cerebro manda. De todas maneras, te repito: no hay de qué preocuparse. Trabaja emociones, sensaciones, pensamientos, etc. con tu psicólogo. En terapia puedes encontrar ayuda.
¿Se da en todas las personas que se están recuperando de un TCA? No. La recuperación de un TCA es muy individual y cada persona tiene sus tiempos, sus procesos. Además, el tipo de TCA del que vengamos, también puede determinar muchos fenómenos que se dan en unos pero no en otros.
Algunos consejos para trabajar esta luna de miel:
- Practica el mindfullness-eating: saborear, tocar, oler ese alimento hará que tengas más consciencia sobre él. Experimentar con los 5 sentidos te hace sentir plenamente feliz y con un mayor poder de empoderamiento.
- Sé compasiva. No tienes que juzgarte ni sentirte mal por comer esos alimentos que te prohibías. De eso se trata la recuperación. De experimentar, de flexibilizar. De poder tener opciones y alternativas alimentarias. Entre más variedad, menor será el temor por comer e introducir alimentos en tu vida. Seguro que si a una amiga o amigo le pasa esto, no le machacas. Al revés. Sé tu mejor amiga.
- Busca ayuda si no puedes gestionar este fenómeno. No en el sentido de querer parar de comer. Sino cómo poder ser compasiva. Entender por qué te pasa esto si vienes de un TCA restrictivo (por ejemplo).
- Por último. Entiende la recuperación como un autocuidado a lo grande. Cualquier cosa que hagas, que te favorezca, es considerado un autocuidado y, por tanto, un regalo que te haces. Volver a introducir alimentos prohibidos, es un avance enorme. No te subestimes solo porque estás haciendo algo diferente a lo que solías hacer antes. O porque no entiendes. Muchas veces, no entendemos cosas pero no entenderlas no es sinónimo de ir por mal camino, ni de desvalorizarte.
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