top of page
Buscar

Aceptar sensaciones corporales en un TCA

Es difícil volver a contectar contigo mismo después de haber desconectado durante tanto tiempo.


Una de las cosas más inasumibles cuando nos recuperamos de un TCA, sea del tipo que sea, es reconectar con sensaciones fisiológicas provocadas por la recuperación física y la reintroducción de alimentos.


Cuando dejas de comer, cuando sólo vomitas lo que comes, cuando comes sin parar desoyendo lo que tu cuerpo te dice, los procesos fisiológicos encargados de la digestión se paralizan o dejan de emitir las señales que antes del TCA se daban. Se vuelven locos. No saben si van a procesar lo que le metemos, no saben cuánto tiempo van a estar los órganos sin recibir nada... ¿Qué ocurre cuando decidimos recuperarnos y ponernos manos a la obra? Que todo es un descontrol.


Nos encontramos con que durante un periodo de tiempo, tu sistema digestivo ha estado descontrolado. Lo normal ahora que has decidido mimarle es que no sepa por dónde tirar. Se dan casos de digestiones pesadas, gases, distensión abdominal, dolor estomacal después de comer, reflujos...


Todo normal, no te preocupes, tu cuerpo está volviendo a trabajar, ¡dale tiempo! Normalmente estos sintomas deberían desaparecer a los 2-3 meses de llevar una alimentación saludable CONSTANTE. Si no es así, puede que te tengas que poner momentáneamente en manos de alguien que te ayude a descartar otras patologías digestivas como por ejemplo nutricionistas (no pesocentristas) especializados en trastornos alimentarios.


¿Y qué pasa con nuestra mente mientras todo esto se produce? Que se vuelve indomable. Ella, está totalmente pendiente de esos movimientos gastrointestinales, de idas y vueltas del lavabo, de ese hinchazón...Y puede que a veces nos juegue la mala pasada de hacernos dudar si recuperarnos está bien o mal porque no merece la pena pasar por todo esto. Desóyela. Te estás recuperando. Punto. Lo demás sobra y más esa parte de tu mente a la que tanto le incomodan los cambios, sobretodo los fisiológicos y a los que no está acostumbrada.


Aprovecha esta etapa para reconectar, para asimilar y para reaprender que el cuerpo se mueve, que el cuerpo cuando tiene algo que hacer con "algo" de afuera, necesita moverse, procesar, triturar, segregar, machacar, transportar... eres humana. Sé compasiva contigo misma. No te asustes. Créeme que es normal este periodo de adaptación alimentaria.


Pon tus manos en tu estómago, siente cómo ruge cuando tienes hambre. Siente cómo procesa cuando comes. No hay nada más humano que la grandeza del cuerpo trabajando para y por ti. Y como siempre digo, si es algo inasumible para ti, pide ayuda.

 
 
 

Comentarios


Jaume

De las mejores personas que existen, cuidadosa con que puertas abrir y cuando abrirlas o solo dejarlas para recordar que algún día hay que cruzar ese umbral...
Respetuosa, clara y paciente
Un amor de persona que hace que muchos volvamos a sonreír de manera natural sin ser conscientes de ello

Más de 300 pacientes han pasado por su experiencia terapéutica. Todos, se llevan una experiencia de por vida. 

Paula

Llevo varios meses de terapia con Vanessa y desde el primer momento me sentí acompañada por una profesional que sabe escuchar para darte espacio para la reflexión pero al mismo tiempo te guía para poder encontrar respuestas a preguntas que ni conseguías hacerte. Gracias a ella estoy avanzando más de lo que hubiera imaginado meses atrás. Una gran terapeuta y profesional

Lorena

Vanessa ha sido -y es- luz en un momento complicado. Es una gran profesional. Empatiza, te guía y saca lo mejor de ti.

Melina

Si necesitas alguien que te ayude a guiarte tu proceso y sobre todo, a averiguar cuál es, Vanessa es tu terapeuta. Las sesiones con ella son fáciles, amenas, aprendes muchísimo de ti y te sientes acompañada. Si tenéis la oportunidad de conocerla y hacer terapia o trabajar con ella, me entenderéis.

Testimonios

bottom of page