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Pensamiento dicotómico ¿qué es y cómo trabajarlo?

El pensamiento dicotómico es un fenómeno cognitivo que se da para ahorrar espacio, alternativas, sufrimiento, enfrentamiento y gestión emocional.


En otras palabras: a la mente no le gusta pensar, le gusta acomodarse y ¿qué mejor acomodamiento que elegir entre dos cosas y si son opuestas mucho mejor?


El pensamiento dicotómico es el: "todo o nada", "blanco o negro", "éxito o fracaso", " bien o mal". No existe término medio. Evitamos enfrentarnos a una incomodidad que es pensar alternativas, dejar el rol de victima para empoderar el rol de actor activo.


Un ejemplo de pensamiento dicotómico sería:


"Llevar una alimentación intuitiva y flexibilizar en el deporte me llevará a no parar de comer o a no hacer nada de deporte".


Esto es un error. La cosa no funciona así.

Primero, la alimentación intuitiva no se debe ver como el extremo y menos el extremo negativo. Y dos, flexibilizar en el deporte tampoco es el extremo negativo. Es más, diría que es el mejor punto medio para una buena salud mental.


En el ejemplo que pongo, el cerebro ha estado privado tanto tiempo de alimentos que realmente le apetecían o quería que cuando se le da la oportunidad de alimentarse según sus necesidades y señales "Apetito-saciedad", no se lo puede creer. Y esto, causa la falsa sensación de querer engullir todo lo que se nos ponga por delante. Esto puede ocurrir y hay que respetarlo. Si volvemos a restringir caeremos en el mismo círculo anterior.


Cuando pase el tiempo y el cerebro interprete que ese alimento o grupos de alimentos están ahí disponibles sin restricción ni condiciones, se relajará y no habrá necesidad de querer consumirlos a todas horas. Así que no, llevar una alimentación intuitiva no hará que no pares de comer. Respeta los tiempos de tu cuerpo-cerebro. Nada más. Todo pasará y alimentarte se convertirá en algo tan intuitivo como miccionar.


Con el deporte pasa lo mismo. En periodos en los que hemos machacado y derrotado a nuestro cuerpo, cuando queremos flexibilizar un poco, da la sensación de no querer movernos nunca más. Es normal. Estás agotada/o. Date tiempo, respeta los descansos y sobretodo entrena o haz el deporte que más afíns ea a ti. No lo hagas por presión o porque digan que el fitness es lo mejor del Mundo. Una vez tu cuerpo haya descansado lo que él crea conveniente, harás deporte desde el amor y no desde la autoexigencia.


Esto, es solo un ejemplo de pensamiento dicotómico pero a lo largo de nuestra vida y todos hemos pensado así en algún tema. Según las explicaciones que he dado con el ejemplo, ¿véis que no todo es blanco o negro? Todo tiene una explicación y tener miedo a los extremos de todo o nada no tiene sentido porque nunca se da esa profecía. Nunca. Siempre nos mantendremos en un punto medio, aunque haya épocas en las que creamos haber perdido el control.


Solo debes escuchar a tu mente: ¿por qué creo que me estoy descontrolando?, ¿por qué pienso con tantos extremos?. Hay que averiguar qué pasa. Qué hay detrás de ese pensamiento.





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