En la carrera nos forman para encajar nuestro sistema de trabajo en una modalidad cognitivo-conductual. Pronto me di cuenta que esta corriente, pese a ser útil en ciertos casos, se queda corta. No ataja la raíz del problema. Además, se centra demasiado en la mente, cuando el ser humano, no se manifiesta solo desde lo mental.
Así que empecé a interesarme y a buscar corrientes que me identificaran y me sirvieran para atajar la raíz de la problemática, induciendo a un cambio permanente y permitiera la autonomia de la persona. Fue así cómo indagando, descubrí el Psicoanálisis relacional junto con la terapia humanista.
Para mi estas corrientes permiten a la persona indagar en la raíz de lo que le ocurre lo que ocasiona una mejora al tener una perspectiva mucho más global de sus síntomas. Una raíz que permite no volver al problema presentado porque entiendes desde dónde se creó.
Así que, podríamos considerar mi visión de trabajo desde una perspectiva integral, en búsqueda de la raíz y una psicoterapia personalizada.
¿Cuál es mi valor diferencial? ¿Por qué trabajar conmigo?
No trabajo sobre diagnósticos sino sobre personas. Considero que los diagnósticos encapsulan. Nos incitan a tener una idea equivocada de lo que podemos o no hacer en base a ello descontando oportunidades para el cambio. No solo por parte del paciente cuya autopercepción se encasilla en una etiqueta estática e inamovible; sino también para el terapeuta cuya mirada se centra en ese diagnóstico dejando aspectos humanos y de la propia personalidad del individuo.
Como persona, yo también he pasado por mi oscuridad siendo víctima de un trastorno alimentario, por lo que entiendo y comprendo el sufrimiento emocional. Entiendo las resistencias más allá de lo teórico. Entiendo los miedos. Entiendo sentir incapacidad ante el cambio.
Ya por último, no ofrezco terapia de 10 sesiones. En mi trabajo, se crean análisis profundos que requieren de dedicación constante, reflexión y curiosidad. Ambas partes somos seres genuinos interesados en analizar lo que al analizado le despertó buscar ayuda.
Para mi, entra en juego toda la integridad de la persona cuando tratamos temas tan sensibles. Cuerpo, mente, alma (espiritualidad) que nada tiene que ver con religión, si no cómo concibe la persona la vida, su vida.
Si te interesa o te apetece saber más sobre mi trabajo, contáctame.